Los bacteriófagos, posibles aliados estratégicos para una limpieza y desinfección más eficiente y sostenible en la industria alimentaria
8 de noviembre de 2023
Los bacteriófagos (fagos) son una forma de vida diversa y abundante. En los años veinte, los primeros intentos de utilizarlos en medicina se vieron limitados por la falta de conocimiento y métodos para su uso clínico, siendo abandonados por los antibióticos sintéticos. Sin embargo, las superbacterias han renovado su interés clínico.
En lo que respecta a la seguridad alimentaria, los fagos cumplen los criterios para ser reconocidos como una biotecnológica, siendo un arma eficaz y económica contra las bacterias patógenas. Teniendo las siguientes ventajas: especificidad, inocuos, no afectan a la composición de los productos alimenticios y son resistentes a los tratamientos del alimento.
Estos ya se utilizan en los siguientes sectores de la industria alimentaria:
En la producción primaria, la terapia con fagos se usa en la etapa crecimiento de plantas o animales, en la de poscosecha, en el procesamiento y en el envasado de alimentos.
En la bioconservación, agregados a los productos alimenticios para aumentar su vida útil.
En la biodesinfección, para prevenir y reducir los biofilms de la superficie de los equipos. Este es uno de los principales problemas en las plantas de producción de alimentos.
Las células bacterianas que los forman son superbacterias. Los fagos y las enzimas que estos producen (endolisinas) pueden usarse en el tratamiento de estos biofilms.
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