La lata de conserva: nace la dieta industrial

13 de noviembre de 2023

En el siglo XVIII, la conservación de alimentos se había convertido en una necesidad acuciante para los ejércitos y, todavía más, para los marinos, que a menudo se embarcaban en viajes oceánicos que duraban meses e incluso años. Procedimientos tradicionales de conservación, como la salazón de carne y pescado y el bizcocho (pan sin levadura recocido), tenían limitaciones de tiempo de almacenamiento, de mal sabor y hasta de perjuicios en la salud. Fue un francés, Nicolas Appert, de profesión confitero, quien en torno a 1795 ideó un procedimiento de conservación tan sencillo como eficaz. Consistía en colocar los alimentos en un tarro de cristal cerrado herméticamente y hervirlo durante un cierto período –con lo que, como descubriría Pasteur en 1860, se mataban los microorganismos–, tras lo que la comida se conservaba en perfecto estado y con todo su sabor. En esos años de guerras revolucionarias, Appert creó una fábrica con decenas de trabajadores y suministró sus tarros a la marina francesa. En 1810, el gobierno de Napoleón le ofreció un premio de 12.000 francos a cambio de publicar su método en un libro del que se hicieron varias ediciones.

Para saber mas de esta increíble historia pincha aquí:

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/lata-conserva-nace-dieta-industrial_11258

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  •    cpadmer  |  noviembre 14th, 2023 at 15:44     Responder

    Que historia más interesante tienen las conservas, nunca habría pensado que sería así.

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